La Psicología como ciencia
¿Qué es ciencia?
La Psicología es ciencia. Esto significa que sigue el método científico. Para ser llamado científico, un método de investigación debe basarse en formular hipótesis, validarlas, medir las variables, etc. sustentándose en 2 pilares fundamentales: el primero de ellos es la reproducibilidad es decir, la capacidad de repetir un determinado experimento, en cualquier lugar y por cualquier persona. Este pilar se basa, esencialmente, en la comunicación y publicidad de los resultados obtenidos en forma de publicaciones científicas: artículos, revistas, etc. El segundo pilar es la refutabilidad, es decir, que toda proposición científica tiene que ser susceptible de ser falsada o refutada. Esto implica que se podrían diseñar experimentos, que en el caso de dar resultados distintos a los predichos, negarían la hipótesis puesta a prueba. Por ejemplo: Si afirmamos que para tratar la depresión una de las mejores terapias que existen es la Terapia de Activación Conductual, esta aserción la tendríamos que sustentar en los estudios que lo afirman, y dichos estudios deben poder repetirse dónde sea, por quién sea y con quién sea, y obtener siempre los mismos resultados, y además debe soportar (el estudio) la investigación de otros científicos para ver si es falsa (la afirmación) o verdadera. Y como estas «pruebas» esta terapia las ha superado con creces, podemos decir que está basada en el método científico.
En el ámbito de la psicología sanitaria, el profesional que puede aplicar con rigor el método científico comentado es el Psicólogo General Sanitario. Nosotros lo somos. En nuestro caso, hemos superado una Licenciatura de 5 años de duración y nos hemos especializado a través del Master Postgrado Oficial de Psicología General Sanitaria en el ámbito de la Salud (2 años más). En resumen, se requieren 7 años de estudio y la posterior experiencia práctica para poder utilizar los procedimientos científicos que nos proporciona la Psicología con el fin de ayudar a las personas.
¿Qué no es ciencia?
Todas aquellas llamadas «terapias» que no siguen el método científico: Curanderismo, homeopatía, reiki, reflexología podal, adivinos, personas que dicen hacer coaching, etc. Debe tener especialmente cuidado de las personas que dicen llamarse «Terapeutas». Esta palabra no significa nada. Ni se exige que esa persona haya estudiado nada, ni tiene detrás una ciencia que avale sus prácticas (ni por supuesto ninguna legislación que acoja este tipo negocios). Evidentemente, no tienen ninguna responsabilidad ni civil ni penal, ni código deontológico, ni colegio profesional.
Este tipo de personas no serían especialmente peligrosos si no se relacionaran con temas tan serios como la salud. A veces, aconsejan incluso a sus «pacientes» el dejar una determinada medicación recetada por médicos psiquiatras, llevando a la persona a situaciones extremas incluido posibles suicidios.
Nuestro consejo es que desconfie, incluso aunque al principio le digan que es gratis y que sólo admiten donaciones. Tras este tipo de «cuentos» siempre hay un interés económico claro.
Si por desgracia usted ya ha visitado alguno de estos charlatanes, y se siente estafado, recoja el máximo de pruebas y denuncie inmediatamente…
Consejos para acudir a un profesional
- Que sea PSICOLOGO GENERAL SANITARIO. Esto significa que no sirve cualquier licenciado en psicología (por supuesto tampoco cualquier autodenominado terapeuta). Debe ser, como decimos, Psicologo General Sanitario. Para serlo, el profesional de la psicología tiene que haber realizado un Master Postgrado Oficial Habiltante en Psicología General Sanitaria. En el siguiente hipervínculo puede ver el texto legal que indica este requerimiento. Pinchar aquí: M PGS.
- La consulta a la que acuda debe tener NUMERO DE REGISTRO SANITARIO. El nuestro es: 18.413.
- Debe tenerle confianza. Si su instinto le dice que no, nuestro consejo es que diga que no.
- Acuda a profesionales con dilatada experiencia, tanto profesional como de vida. Le entenderán mejor.
- Y por último, huya de un número de sesiones muy alto. La mayoría de los problemas psicológicos pueden afrontarse debidamente con 4 a 6 sesiones.